El dolor del caballero
He vuelto de mis vacaciones, y al volver me he enterado, casi por casualidad, de que mi amigo ha perdido a quien amaba.
Mi amigo, el único caballero que conozco, ha visto confirmado sus temores, y yo los míos.
Y me he enterado tarde.
El caballero que quiero y a quien nunca he visto, y a quien querría abrazar ahora mismo, cuando no se ni lo que decirle, ni lo que quiere oir.
¿Se puede querer a quien no se conoce? Desde luego, pero no sabía que también se puede compartir parte de su dolor, aunque sea incapaz de expresarlo.
El mismo medio que me hizo conocerle me parece indigno de transmitir mis palabras de inútil consuelo y me avergüenzo de escribir estas lineas a todos, y a nadie al mismo tiempo, y ser incapaz de encontrar la forma de decírselas sólo a él.
Pero debo hacerlo.