Getz/Gilberto
Siempre ha habido intentos de acercar el jazz al gran público, pero han fracasado en general porque el público de jazz es suficientemente mayoritario para mantener la industria y los artistas sin necesidad de atraer a otra audiencia y correr el riesgo de perder la propia. Este fenómeno, que se ha dado en todos los estilos y corrientes minoritarios por el que el minoritario se regodea en su minoría, y considera cualquier éxito como blafemo, ha tenido alguna excepción. Es decir, discos que no pretendían ser mayoritarios, pero que por motivos bien de una promoción de la discográfica, bien por un simple boca a boca, se han convertido en superventas.
Es el caso, por ejemplo, de Getz/Gilberto, una grabación de 1963 con Stan Getz al saxofón y Joâo Gilberto a la guitarra que se ha convertido en un icono de la música y que estableció las reglas de lo que sería la bossa nova, probablemente sin querer.
A raíz de un viaje que Byrd hizo a Brasil a cuenta de un intercambio cultural de la administración Kennedy, conoció la música local y con su amigo Getz grabó Jazz Samba un año antes: Un disco instrumental muy recomendable y que dió lugar a que Getz invitara a Gilberto a Estados Unidos. En ese viaje le acompañó su entonces mujer, Astrud, y el compositor Antonio Carlos Jobim.
El resto es historia. Aunque hay distintas versiones, la que hasta entonces era un ama de casa, terminó convirtiendose en la estrella de la Bossa Nova y llevó al disco a lo mas alto de las listas de ventas durante muchos años.
En 2002 Verve editó de nuevo este disco, pero esta vez en formato SACD. Evidentemente no es multipista, pero el masterizado DSD y la excelencia de los artistas involucrados hace que uno se sienta totalmente rodeado por el sonido y por unos artistas que probablemente nunca han estado mejor.