El abuelo Pop
Aunque en este momento no recuerdo su origen, hace años leí una profecía: Habrá una tercera Guerra Mundial, será nuclear, y sólo sobrevivirán las cucarachas y Keith Richards.
E Iggy Pop, solo que no se le vería. Si hace treinta o cuarenta años alguien hubiera dicho que el Sr. James Newell Osterberg – su nombre real – iba a alcanzar los 63 años de edad le hubieran tomado por loco. Pero ahí lo tienen, con su último trabajo, Preliminaires, aun calentito.
Y es que Iggy, una presencia arrolladora e incomparable en el escenario, ha tenido la suerte de cara en momentos muy puntuales de su carrera, desde la aparición en su vida de David Bowie a principios de los setenta para rescatarle de una institución siquiátrica al uso de un tema suyo de mas de veinte años en la película de éxito Trainspotting de 1996 cuando su carrera parecía diluirse (una vez mas).
Pero los años no pasan en balde, e Iggy ha declarado recientemente que va a abandonar definitivamente su costumbre de lanzarse al público de sus conciertos, después de que en uno en el Carnegie Hall nadie le recogiera, resultando en varias magulladuras. En sus tiempos era famoso por acabar sus actuaciones ensangrentado por las diversas heridas y golpes que se producía durante sus espasmódicas actuaciones.
Quizás venga de ahí su legendaria aversión a llevar camisas…
Lo he visto en varias ocasiones y siempre me ha sorprendido con algo. Está como una puta cabra pero como cuentas, los años no pasan el balde y ya mide sus excesos. Y cada vez está más cojo. Saludos.
.-= El último artículo de David González en su blog es.. Mario, año y medio después =-.