Mayo del 68 y el cine
¿En qué se diferencia el mundo antes de Mayo del 68 y después? Practicamente en nada, y sin embargo no hago mas que leer en todas partes sobre el tema. Es evidente que los franceses tienen facilidad innata para vender y ensalzar sus mas gloriosas nimiedades.
Bueno, si que hay una diferencia fundamental: La desaparición de la dictadura de la Unión Soviética y sus satélites, y el consiguiente aumento de las libertades del individuo en la vieja Europa. Y sin embargo, poco hay que agradecer a dicho Mayo al respecto. Mas bien al contrario: Mientras el Kremlin se frotaba las manos la «inteligencia» progresista francesa se echaba a la calle para denunciar y rebelarse contra la burguesía establecida mientras que ignoraban o miraban hacia otro lado con los crímenes que a diario se producían al otro lado del telón de acero. Algo que debía sorprender y entristecer a aquellos que a duras penas conseguían escapar del yugo socialista.
Uno de esas personas era Milos Forman, un checo que gracias al éxito en varios festivales de Lásky jedné plavovlásky (Loves of a Blonde – Los Amores de Una Rubia, 1966), tuvo la oportunidad de salir del telón. Antonio Muñoz Molina relata su perplejidad en un artículo aparecido en El País el pasado 19 de Abril y que se me escapó en su momento.
Según cuenta, Truffaut le dijo a Godard en cierta ocasión que en las refriegas entre policias y estudiantes se sentía más cerca de los primeros, hijos de campesinos, que de los sublevados, hijos de burgueses. Por supuesto eso era algo intolerable y Truffaut fue proscrito de la escena progresista para siempre.
«Entre tu interés por las masas y tu propio narcisismo», le escribió Truffaut a Godard, «no hay sitio para nada más ni nadie más»