Stop Making Sense
En Diciembre de 1983 el director Jonathan Demme, ocho años antes de rodar El Silencio de los Corderos (The Silence of the Lambs, 1991) rodó cuatro conciertos consecutivos de los Talking Heads durante la gira de promocion de su disco Speaking in Tongues. Demme hasta ese momento apenas tenía experiencia mas allá de algún episodio aislado de Colombo o del Saturday Night Live, pero en esta producción tomó una serie de decisiones arriesgadas que a la postre resultaron muy positivas para el resultado final. La poca experiencia de Demme hace pensar que en gran parte estas decisiones fueron cosa de David Byrne mas que del director, como el uso por primera vez en la historia del cine de técnicas digitales grabación de audio o la práctica ausencia durante todo el metraje de planos del auditorio. De hecho, el sonido ambiente, los aplausos del público, apenas se oyen, al estar grabados a un volumen muy inferior al habitual. Otra de las decisiones que determinaron el producto fue el fichaje para los títulos de crédito de Pablo Fierro, un cubano que había alcanzado notoriedad como diseñador gráfico y autor de créditos como los de ¿Teléfono Rojo? Volamos hacia Moscú (Dr. Strangelove, 1964). Para Stop Making Sense diseñó una entrada minimalista (abajo) que da paso a la entrada de David Byrne al escenario para interpretar el clásico Psycho Killer con la única ayuda de una guitarra y una caja de ritmos.
El comienzo del concierto es tan espectacular que tarda algo en volver a alcanzar la misma altura, justo cuando la banda al completo se reune, después de ir sumándose uno a uno en cada tema, e interpretan Slippery People:
Los Talking Heads se formaron en Nueva York en 1974 y su mayor éxito hasta el 78 fue hacer de teloneros de los Ramones. En ese año se unió al grupo Brian Eno, para abandonarlo justo antes del concierto. Sin embargo, su influencia es evidente en todo el metraje de la película. Tiendo a estar de acuerdo con los que piensan que Stop Making Sense (película y CD) representa la cumbre artística de los Talking Sense. Después de Speaking in Tongues editarían Little Creatures en 1985, su mayor éxito comercial y tres años después de separarían tras la publicación de Naked (1988). Para entonces ya la influencia de Byrne era omnipresente y otros miembros de la banda como Tina Weymouth y Chris Frantz iniciaron proyectos en solitario como Tom Tom Club. Mientras, Byrne volvía a trabajar con Eno. Las nulas relaciones, cuando no simplemente malas, entre Byrne y el resto de la banda hacen que una posible reunión sea altamente improbable, por lo que Stop Making Sense permanece como el testimonio de una banda que rompió moldes y que se muestra en su máximo esplendor creativo en un impresionante film que supo añadir elementos que no hacían sino añadir matices plenamente integrados en la música.
Magnífica elección para inciar el ciclo. Sin duda uno de las mejores filmaciones de concierto de la historia. Como bien dices, Talking Heads en su apogeo, con una formación incluso más compacta que la que incluye a Adrian Belew. Es uno de esos conciertos que no sólo no te aburres de verlo sino que cada vez te gusta más. Me parece magistral el planteamiento del concierto tanto musical como visual. Imprescindible.
David,
Otra de las "decisiones" que tomaron Demme/Byrne y que olvidé mencionar es una de las que mas influyen en el aspecto del film, y no es otra que la ausencia total de juegos de luces. Sólo se usan focos de luz blanca, sin colores, detalle que percibió y enfatizó perfectamente Fierro en su introducción.
Joder, y me acabo de dar cuenta de que ni menciono el traje de Byrne 🙂