Concert for George
Dando un salto en el tiempo nos vamos directamente a un concierto que nunca pensé que aparecería en esta selección, pero que supuso toda una sorpresa cuando llegué a verlo. A fin de cuentas, hemos oido versiones de estos temas tantas veces que es difícil prestarles oidos nuevos. Y lo mas curioso de este concierto es que, realmente, no hay nada nuevo, absolutamente nada. Y sin embargo…
El 29 de Noviembre de 2002, justo un año después de la muerte de George Harrison se organizó un concierto para conmemorar su música, y nadie faltó a la cita: Desde Eric Clapton a los Monty Python (recordemos que Harrison era el alma de HandMade Films, productora que financió, entre otras, la Vida de Brian o Los Ladrones del Tiempo).
Por supuesto no podía faltar Ravi Shankar, ni Paul McCartney, ni Tom Petty, compañero de ruta en los Traveling Wilburys. La lista es tan interminable como irrelevante, porque lo que hace destacar este concierto de los demás es, simplemente, la energía que transmiten los intérpretes, la magía que se produce cuando unos artistas se ven imbuidos por un espíritu común y se dejan llevar por unas mágnificas y a veces minusvaloradas canciones y unos compañeros de escenario tan extraordinarios que puedes olvidarte de sus nombres y limitarte a disfrutar del espectáculo.
En claro homenaje al legendario Concert for Bangla-Desh, Shankar abre el espectáculo con una interpretación que al igual que en el original, será directamente ignorada por cualquiera que no sea un fanático de la música hindú, y la presencia de su hija Anoushka (hermana de Norah Jones) no la hace desgraciadamente mas soportable.
La transición a la parte rock la realizan los Monty Python interpretando algunos de sus clásicos sketches (con la ayuda de un Tom Hanks de incógnito) y directamente pasamos a una sucesión de prodigiosas canciones, quizá demasiado impregnadas a veces del estilo de Jeff Lynne, pero con el denominador común de la diversión que se transmite de los intérpretes a los espectadores.
Esta energía es evidente, por ejemplo, en la interpretación de la tristemente olvidada Sam Brown del tema Horse to the Water, la última grabación de Harrison:
Como decía al principio, este concierto es una sorpresa no por los ingredientes que contiene, sino por el amor con que evidentemente fue cocinado por todos los participantes.
Otro que me apunto. Conocía la existencia de este concierto pero aún no me he hecho con él.
Saludos.