Portón del Jazz 2018 – Cyrille Aimée
Directamente llegada del Festival de Jazz de Canarias, la francesa Cyrille Aimée fue la encargada de cerrar la edición de 2018 del Portón del Jazz de Alhaurín de la Torre y nos ofreció un hermoso repertorio de estandars (I Could Have Danced All Night del musical My Fair Lady, But Not For Me, de Gershwin, o el Off The Wall de Michael Jackson) junto a composiciones propias como el Down que interpretó en una «a capela» muy sui generis, con la única ayuda de una loop station. También pudimos disfrutarla cantando en francés y con alguna pincelada en español de la tierra de su madre, quizá demasiado escasa.
Pertenece Aimée a una escuela de tradición mas europea del jazz vocal en el que el estilo, la gracia y el fraseado predominan sobre la potencia y la pura capacidad pulmonar. Su scat es sobresaliente como pudimos comprobar anoche y aunque su rango vocal es limitado lo suple con creces con una depurada técnica y un gusto evidente a la hora de interpretar. La influencia de Ella Fitzgerald es omnipresente. Si añadimos una solvente banda detrás en la que destacaba la precisión digital y cristalinos sonidos que salían de la guitarra de Antoine Jambon (habrá que seguirle muy de cerca) tenemos como resultado un espectáculo hermoso y sin fisuras.
Sin embargo, me fue imposible evadirme a una sensación de frialdad a lo largo de toda la actuación. Por algún motivo Aimée no creo que consiguiera transmitir demasiado al público, que se mostró a su vez correcto, sin exigirle demasiado y agradeciendo sin demasiada pasión lo que le llegaba desde el escenario.
Ignoro si era por la nula complicidad entre los músicos (se habían conocido esa misma mañana), el posicionamiento demasiado atrasado de todos en el totalmente desaprovechado escenario, la escasa movilidad de la cantante que prácticamente no se movió de una loseta en toda la actuación y que apenas interactuó con la público a pesar de dominar el idioma, pero la actuación de anoche se me antojó excesivamente plana, casi tanto como la iluminación, sin matiz alguno. Evidentemente son todos detalles circunstanciales que no afectan a lo realmente importante que es la música, y hay pocas cosas que reprochar. El show fue un recital de una técnica exquisita y una cantante a la que le queda toda una carrera por delante.
Valoración: (2,5 / 5)