Cheek to Cheek (Top Hat)
Hacía tiempo que quería iniciar una serie de artículos sobre las escenas del cine musical que mas adoro, y una pequeña nota de mi querida amiga Ana en su blog Sin Sentido Aparente me ha dado el empujón que necesitaba. Empezamos.
A principios de la década de los 30 la RKO se encontraba en serios apuros financieros e hizo dos apuestas arriesgadas cuyo éxito terminó salvándola de la bancarrota. Una fue King Kong (1933) y la otra fue Top Hat (Sombrero de Copa, 1935), dirigida por Mark Sandrich con Fred Astaire y Ginger Rogers como pareja protagonista. La feliz pareja ya había trabajado antes en tres ocasiones juntos (y lo harían en seis mas), y en la película anterior The Gay Divorcee se habían estrenado como protagonista. Sin embargo, ésta era la primera vez que lo hacían sobre un guión original específicamente creado para ellos.
Irving Berlin fue el encargado de componer las canciones de la película, entre ellas la de esta escena que ya es un clásico, homenajeada en otras películas tan dispares como el Yellow Submarine (1968) o La Rosa Púrpura del Cairo (1985).
En aquellos tiempos todavía se cumplían los plazos de producción, pero la emergencia de nuevas estrellas les daba un poder que amenazaba los plazos y los presupuestos, y Ginger Rogers era una de las mas rutilantes, incluso mas que su pareja de baile. Aunque ya habían ensayado la escena en ropa de calle, cuando llegaron al ensayo final con el vestuario de la película Rogers apareció con un precioso vestido azul cargado de plumas de avestruz. En cuanto lo vieron a Astaire y a Sandrich se les cayó el alma a los pies porque vieron que era imposible bailar con algo asi. Para añadir insulto a la ofensa a Sandrich no se le ocurrió otra cosa que sugerir a Rogers que usara parte del vestuario de la película anterior. Ofendida, Rogers salió por la puerta y desapareció.
Llegó el dia del rodaje de la escena y la RKO cede al reto de Rogers y acepta el vestido de marras y comienza el rodaje sin ensayarlo previamente con el vesturario. Enseguida se hace evidente que Astaire tenía razón. El vestido es precioso pero imposible de llevar mientras se baila y tras cada toma tienen que salir los ayudantes a limpiar el suelo de las plumas de avestruz que se van desprendiendo, por no hablar de las que tiene que escupir el pobre Astaire. ¡Recordemos que cada toma era el baile completo!
Pero al fin lo consiguen y aunque en la película no se aprecia el color azul del vestido esta escena se convierte en una de las mas celebradas, entre otros motivos por el vestido de marras que por poco da al traste con toda la producción.
Mas de veinte años después Sinatra cantaría la versión mas conocida de este tema pero claro, él no tenía que escupir plumas de avestruz.
Interesante
Si ya adoraba esta escena y este tema musical, después de este artículo ya ni os cuento! Gracias!