Harry Warren
Como casi todo en esta vida, la aparición del fenómeno del cantautor en la música rock en los años sesenta y setenta tuvo consecuencias imprevistas y no deseadas. La mas evidente fue la aparición de una pléyade de supuestos talentos que de la noche a la mañana eran admirados simplemente por, cual Juan Palomos, hacerlo todo ellos mismos.
Se consideró que el hecho de que alguien interpretara sus propias canciones era un plus añadido, sin considerar que, generalmente, ser un buen intérprete no implica ser un buen compositor. Los ejemplos mas evidentes pueden ser Sinatra o Elvis, grandísimos en su campo que aunque hicieron sus pinitos en la composición llegaron a lo que terminaron siendo gracias al trabajo de otros que les componían los temas.
La mayoría de estos compositores han pasado al olvido directamente. Otros consiguieron la notoriedad sólo cuando se hartaron de que la celebridad se la llevaran otros y dieron el paso al frente del escenario.
Este despectivo fenómeno es mas evidente en la vieja Europa, donde los intérpretes tienen una extraña aversión a tocar temas compuestos por otros. Sin ir mas lejos, la infame musicalmente hablando movida madrileña es un perfecto ejemplo de lo que pasa cuando se extiende la percepción de que cualquiera puede componer.
Uno de estos genios olvidados es Harry Warren. Su talento debía estar de vacaciones el dia que eligió su nombre artístico dado que el suyo original era Salvatore Antonio Guaragna, nacido en 1893 de una familia de inmigrantes italianos. Aprendió a tocar el piano de forma autodidacta a los 15 años y se ganaba la vida tocando en los pases de cine mudo. Hoy hace 28 años que fallecía en Los Angeles y he pensado que no estaría mal un pequeño pero sentido homenaje a otra forma de entender la música.
En cuatro décadas de carrera artística compuso cientos de canciones, pero voy a escoger unas pocas que siempre han sido mis favoritas:
– Chattanooga Choo Choo: El primer disco de oro de la historia (a 78 revoluciones) fue esta composición de Warren junto a su letrista habitual Mack Gordon para la película Sun Valley Serenade. Si buena es la interpretación de la Orquesta de Glenn Miller esperad al minuto 4 y pico para disfrutar de Dorothy Dandridge con sus 19 añitos acompañada de los fabulosos Nicholas Brothers:
[youtube:https://www.youtube.com/watch?v=V2aj0zhXlLA]
– Compuesta en 1934 para la pelicula Dames (Ray Enright), I Only Have Eyes For You ha sido interpretada innumerables veces por gente como Frank Sinatra, Al Jolson, The Platters, Elaine Page o Art Garfunkel, pero yo me quedo con la versión de 1959 de los Flamingos. En esta ocasión el letrista fue Al Dubin:
[youtube:https://www.youtube.com/watch?v=nrzusdilnKQ]
– Para acabar esta pequeña selección, de nuevo tenemos a Warren y Mack Gordon componiendo en 1941 At Last para Orchestra Wives (Archie Mayo, 1942). Curiosamente en este Hit Parade de Warren aparecen las dos únicas películas en las que participó Glenn Miller. Este tema en cuestión ha sido cantado innumerables veces, desde Nat King Cole a Miles Davis, pasando por Celine Dion, Beyoncé , Cyndi Lauper o Christina Aguilera, pero para siempre la gran versíón es la de Etta James. No pongo ni video ni nada, para que disfrutéis de esta gran canción:
Actualización 24/09/09: Mi amigo Francesc me indica un video que yo no conocía en el que se puede ver a Warren al piano. El tema es Shadow Waltz:
[youtube:http://youtu.be/q7Sk95-fQI8]