La batalla legal de Pink Floyd
La batalla judicial que se está llevando a cabo en el Reino Unido entre Pink Floyd y su casa discográfica EMI ha aparecido en alguna prensa pero en muy pocos sitios se ha explicado exactamente la naturaleza de la discordia. Un servidor sale al rescate para enmendar tamaña carencia con su humildad habitual.
El litigio viene de lejos. Hace años que los Floyd pusieron una demanda millonaria a su casa discografica. Aunque aquí solo se habla de royalties la verdad es que ése es solo uno de los aspectos de la demanda. La mayoría se han ido resolviendo a lo largo de los años en acuerdos extrajudiciales pero otros no, como el que acaba de conocerse. El proceso no ha acabado y aún cabe recurso por ambas partes. Pero la decisión de la corte sobre este punto en particular tiene mucha importancia desde el punto de vista musical.
En los años noventa, en el contrato que Pink Floyd firmó con su discográfica ambas partes acordaron que la última no podría lanzar singles ni extractos de los álbumes de los primeros sin su permiso explícito. La banda londinense ha sido siempre muy reacia a lanzar singles de promoción de sus trabajos y ha considerado que sus obras forman un todo integral que se pierde si no se escuchan en su conjunto, en lo que no puedo estar más de acuerdo. En sus discos el todo es muy superior a la suma de las partes.
No es un caso único. Otras bandas tan poco “progresivas” como AC/DC también han mostrado claramente su postura en el mismo sentido.
¿Y qué ha pasado aquí? Que en los noventa nadie imaginó por dónde iría el negocio musical mas adelante y EMI lanzó los discos de Pink Floyd para su descarga en iTunes, y en el juicio alegó que el acuerdo original se refería a lanzamientos de discos “físicos” y no a descargas digitales, y que en todo caso ellos lanzaban el álbum completo, y eran los usuarios, no ellos, los que decidían obtener un tema u otro, por lo que no necesitaban el permiso de la banda.
Pues bien, la sentencia ha sido favorable a Pink Floyd y EMI ha sido conminada a detener su oferta de PF en dicha plataforma y similares. Como he dicho la sentencia no es firme por lo que siguen estando disponibles hasta que no quepan mas recursos o EMI reconsidere su postura.
Es éste un tema que me preocupa especialmente y hace ya casi dos años que alertaba sobre este problema. Estamos asistiendo al renacimiento del single (esta vez “a la carta”). Para qué van a crear los artistas álbumes concebidos como una unidad si después la gente va a ignorar las partes menos comerciales, con música incidental o de texturas, que pierden su significado aisladas del conjunto. Hace mucho que no visito iTunes pero la última vez que compré algo allí era rematadamente dificil, por no decir imposible, grabar un disco que no fuera de canciones sueltas, con temas continuos en segue. Y sigo sin comprender cómo, con las velocidades de descargas actuales, no hay disponibles un servicio de descargas de trabajos en modo ISO o con todo su contenido en un solo fichero de formato sin pérdida, de manera que se pueda recrear íntegramente el original en un solo paso (avísenme de lo contrario). Tampoco, a pesar de los años que han pasado, se ha inventado una forma de imprimir o recrear las portadas (el artwork) de forma fácil y fidedigna. Los resultados, a dia de hoy, siguen siendo cutres como mínimo.
Habrá que seguir de cerca este proceso porque promete novedades en el futuro.
Te iba a comentar algo vía twitter, pero 140 caracteres se me hacían cortos. Me suena suena que en itunes salió hace unos meses con iTunes 9 el Coctail/ItunesLP.
A próposito, yo también estoy de acuerdo en que una canción solo es una parte del todo que es el disco, y que realmente no se puede disfrutar si no es escuchando el disco entero. Ya que unas canciones tienen que ver unas con otras y escuchandolas en el mismo orden que en el disco, llegan a contar una historia o trasmitir un solo mensaje solo apreciable en su totalidad.
En mi biblioteca musical no me gusta tener canciones sueltas y solo importo el álbum entero.
Aunque por otro lado y aunque me contradiga de cierta manera, aprecio el spotify y/o los videos del youtube, porque a veces cuando tienes una canción en la cabeza, se agradece poderla escuchar en ese momento para quitarte el mono.
Interesante