Maridajes – 2001
Estuve viendo ayer Australia de Baz Luhrman, una tontería que prueba que Luhrman es un prestigitador al que se le notan demasiado los trucos, pero me hizo recordar su mejor película, del 2001, una copia de varias óperas, desde La Bohéme a La Traviata, y para acompañar, un disco delicado y con muchos matices a descubrir.
EL CINE
Exuberante, lujosa, divertida, y una gran banda sonora, Moulin Rouge! es un espectáculo brillante en todos los sentidos, aunque puede cansar e incluso marear. Lurhman, como buen mago, te oculta que no hay nada detrás de los fuegos de artificio con un montaje frenético que no te deja pensar, sino tan solo sentarte y disfrutar. No es plato para todos los gustos pero hay que admirar su estilo personal.
Kidman nunca ha estado mejor, y tengo debilidad personal por Ewan McGregor, al que igual le dan ocho que ochenta. No hay mucho mas, pero puede bastar si te atrapa. Lo mejor: Si no te gusta, te bastarán cinco minutos y a otra cosa.
LA MUSICA
Aunque hayas oido pasajes en la radio, es posible que no hayas escuchado con atención, de una sentada, el disco que los noruegos Röyksopp lanzaron en 2001: Melody A.M.
Te aconsejo que lo hagas. Melody A.M. ofrece sensaciones que van mas allá de ls música electrónica al uso, y demuestra que las etiquetas tienden a confundir mas que a aclarar los conceptos. Texturas complejas y llenas de segundas audiciones que te transportan. Después de la saturación de la película, cierra los ojos y déjate mecer…