Viva la musica en directo y otras falacias
Una de los argumentos preferidos de aquellos que defienden las descargas musicales, y que se ha visto aparentemente corroborado por las últimas noticias en la prensa, es el aumento de los ingresos por conciertos en directo.
Obsérvese que he omitido calificar con mayor precisión a las descargas, dado que al menos en España no son ilegales (Como si todo lo que no fuera ilegal fuera aceptable) pero todos sabemos de lo que hablamos. Y para los que no, hablamos de las descargas ilegales.
Decía Frank Zappa que los periodistas musicales son gente que no sabe escribir escribiendo de algo que no conocen para gente que no sabe leer. Permítaseme retorcer exagerada (y gratuitamente) dicha afirmación para aplicarla a los defensores de las susodichas descargas. Es evidente que dichas personas, que dicen – y no lo dudo – defender nuestros derechos, no tienen ni idea de música.
Lo deseable no es que haya mas música en directo, no. Lo deseable es que aquel que quiera transmitir su música de dicha forma tenga las facilidades necesarias para hacerlo. De ahí que la escasez de salas de conciertos sea penosa. Y el problema es que muchas bandas se ven abocadas a buscarse la vida de esta forma para subsistir.
La cuestión aquí es que parece darse la impresión de que el futuro de la música va por este camino, y sería muy triste. Los directos tienen muchas virtudes y también muchos inconvenientes, y debería ser potestad del autor en cuestión decidir si tomarlo o no.
Gente desde los Beatles a Steely Dan decidieron en un momento dado renunciar a los conciertos en directo para poder trabajar en su música, y por diversos motivos en los que no voy a entrar porque da igual: Es (fue) su decisión.
Resumiendo, volvemos a lo de siempre. Allá cada uno con las decisiones que toma, si prefieren dar su música a conocer en conciertos en directo, en cds, en descargas gratuitas o en sofisticadas tarjetas de felicitación navideñas. Una de las mayores revoluciones que ha deparado internet es que los medios necesarios para crear, en mayúsculas, o sea, CREAR, se han multiplicado al tiempo que los costes se han reducido, y el mensaje que estamos transmitiendo es que si quieres vivir de ésto te tienes que venir a tocar al campo de futbol de mi pueblo junto a otros veinte grupos patrocinados por Coca Cola o la mercería local, porque si se te ocurre poner en el mercado tu CD no solo te lo voy a fusilar sin pagar ni un duro sino que lo voy a poner a disposición de todo el que quiera por el mismo coste. Tú decides.
Libre albedrío, creo que le llaman.
En la epoca hippie, ya pedian que la música fuera gratis; pero se referian a los conciertos.
Sobretodo los makroconciertos; ¿cuantos se colaron en Woodstook?
Al final la mayoría, porque abrieron las puertas para evitar una tragedia. Creo que los promotores todavía están pagando las deudas porque, eso si, los artistas hippies no perdonaban ni un dolar. La jardinería es que tiene muchos gastos.